La accesibilidad web se ha convertido en un aspecto esencial del diseño digital y, en 2025, la publicación de WCAG 3.0 representa una transformación profunda. Para empresas, desarrolladores y creadores de contenido, la pregunta ya no es si deben cumplir, sino cómo garantizar que los espacios digitales sean inclusivos para todos. WCAG 3.0 no es solo una actualización: es un cambio fundamental en el enfoque, la estructura y la evaluación. Este artículo explora qué ha cambiado, qué se mantiene y cómo adaptarse a las nuevas directrices.
Las Pautas de Accesibilidad para el Contenido Web (WCAG) 3.0, publicadas por el W3C en formato borrador de trabajo, se basan en las versiones anteriores como WCAG 2.2 pero introducen principios más amplios y flexibles. Mientras que las versiones anteriores aplicaban criterios binarios de aprobado/reprobado, WCAG 3.0 incorpora un modelo de puntuación basado en resultados. Este cambio permite reflejar mejor las experiencias reales de los usuarios y las barreras de accesibilidad. Las nuevas pautas también amplían la cobertura a una gama más amplia de discapacidades, incluidas cognitivas y de aprendizaje.
A diferencia de WCAG 2.x, que utilizaba los principios de POUR (Perceptible, Operable, Comprensible y Robusto), la versión 3.0 se basa en «Resultados» que se miden en una escala del 0 al 4. Esto permite una evaluación más precisa y gradual. Por ejemplo, una interfaz puede cumplir parcialmente con los objetivos de accesibilidad y reflejarlo con una puntuación intermedia, en lugar de considerarse un fallo total.
La edición de 2025 también incluye recomendaciones para tecnologías de asistencia y diseño inclusivo. Se promueve el uso de pruebas con usuarios y la documentación de los métodos de evaluación, lo que refuerza una metodología adaptativa y centrada en las personas.
Con la expansión de legislaciones internacionales como la Ley de Accesibilidad Europea (EAA), la Sección 508 en EE.UU. y medidas similares en Canadá y Australia, cumplir con WCAG 3.0 ya no es una opción en muchos sectores. La falta de cumplimiento puede acarrear demandas legales, pérdida de confianza pública y exclusión de usuarios clave, especialmente personas con discapacidad.
Además, la accesibilidad se asocia cada vez más con la responsabilidad ética y la reputación de marca. Las personas prefieren interactuar con organizaciones que fomentan la inclusión. WCAG 3.0 ofrece la estructura técnica y filosófica para lograrlo, pero exige una implementación estratégica.
En 2025, las empresas deben demostrar el cumplimiento mediante auditorías, comentarios de usuarios y puntuaciones transparentes según WCAG 3.0. La accesibilidad debe integrarse en todas las fases del desarrollo y la creación de contenido, no ser una revisión posterior.
WCAG 3.0 abandona las listas rígidas de verificación en favor de un modelo de evaluación de desempeño. Uno de los cambios más importantes es la introducción de “Directrices” en lugar de “Criterios de éxito”. Cada directriz incluye múltiples resultados y métodos de prueba. Por ejemplo, la directriz sobre alternativas textuales incluye resultados sobre la usabilidad con lectores de pantalla y la comprensión del contenido, no solo la existencia del texto.
Otro cambio notable es el nuevo sistema de niveles de conformidad: Bronce, Plata y Oro. Esto sustituye al modelo anterior A/AA/AAA y permite mostrar mejoras progresivas. El nivel Bronce se convierte en el mínimo aceptable, ofreciendo mayor flexibilidad en los caminos hacia el cumplimiento.
Además, la evaluación combina herramientas automáticas, revisiones manuales de expertos y pruebas con usuarios reales con discapacidad. Este enfoque más humano mejora la precisión de la evaluación, en contraste con los métodos anteriores que a veces no captaban la experiencia práctica del usuario.
Los desarrolladores deben priorizar el uso correcto de HTML semántico, interfaces adaptativas y estructuras flexibles. Las nuevas directrices insisten en evaluar el contenido en distintos contextos: lectores de pantalla, modos de baja visión, herramientas cognitivas y dispositivos alternativos. Herramientas como Axe, Lighthouse y WAVE deben complementarse con pruebas de usuario reales.
Los diseñadores deben revisar el contraste de color, elementos interactivos, tamaños de fuente y claridad en la navegación. Más importante aún, deben involucrarse en pruebas inclusivas desde etapas tempranas de diseño. Grupos de usuarios diversos deben participar en la identificación de barreras desde los prototipos.
Ambos perfiles deben acostumbrarse a los comentarios basados en resultados. No basta con que un botón tenga una etiqueta: debe ser comprendido y usable por cualquier persona. La experiencia del usuario prima sobre el cumplimiento técnico.
La accesibilidad debe asumirse como responsabilidad colectiva entre contenido, diseño y desarrollo. WCAG 3.0 fomenta un cambio cultural: entender la accesibilidad como un proceso continuo y no como una tarea puntual. Esto requiere formación, documentación compartida, auditorías periódicas y responsabilidad de todos los actores.
Una práctica recomendada es integrar la accesibilidad en metodologías ágiles. Cada historia de usuario debe incluir criterios de accesibilidad, y cada sprint debe evaluar estos aspectos. Los pendientes de accesibilidad deben gestionarse con la misma prioridad que cualquier otro fallo o mejora.
Las organizaciones también deben invertir en auditorías externas y certificación. Estas acciones no solo fortalecen el cumplimiento legal, sino también la confianza del usuario. La documentación interna, los materiales de onboarding y las evaluaciones de rendimiento deben incluir la accesibilidad como un objetivo medible.
Existen múltiples herramientas para implementar WCAG 3.0. Entre ellas destacan la lista de herramientas de evaluación de WAI, los borradores oficiales de WCAG 3.0 y software como Pa11y o Tenon. Para pruebas con usuarios reales, servicios como AccessWorks o Fable resultan muy útiles.
Además, los CMS como WordPress o Drupal cuentan con plugins y temas compatibles con accesibilidad. Repositorios en GitHub ofrecen listas de verificación y plantillas para mantener documentación técnica actualizada. La formación ofrecida por el W3C es recomendable para equipos que busquen certificarse.
Finalmente, las declaraciones de accesibilidad deben ser públicas, detalladas y actualizadas. WCAG 3.0 recomienda publicar las puntuaciones de conformidad, la metodología usada y planes de mejora. Esta transparencia refuerza la confianza y responde a los principios de fiabilidad y autoridad esenciales para 2025.